Ted Riederer y los resultados de su laboratorio de creación y el taller performance “Drums and Roses”

El diálogo con estudiantes UArtes acerca de sus proyectos dio inicio a las actividades que el artista Ted Riederer cumplió del 25 al 28 de octubre en nuestra institución, como parte del Laboratorio de Creación Paisaje Sonoro organizado por el Centro de Producción e Innovación MZ14, en el Fab.Lab. y Project Room. Le siguió el taller “Performance, Drums and Roses” que el estadounidense desarrolló en el Pasaje Illingworth junto al docente de la Escuela de Artes Sonoras, Andrés Bracero, “tocando la batería con rosas”.

Riederer está tan enteramente involucrado en la música, que armado con suministros de pintura, guitarras eléctricas, amplificadores, viejos LP, tocadiscos, kits de batería, grabadoras de disco duro, equipo de fotografía, un torno para discos de vinilo y rosas de tallo “deambula artísticamente desde las Américas hasta las Antípodas”.

En los dos días de su laboratorio de creación dio a conocer sus “canciones Interminables con una inmersión profunda en mí”, obras que, según comentó, contienen elementos de sonido visual. Lo llama poesía de sinestesia, alegando que incluso un “cuadro pequeño abstracto” puede inspirar sonidos y colores.

En diálogo con InfoUArtes, Ted Riederer explicó que la sinestesia es también un símbolo de una idea por la cual se rige: la filosofía japonesa de Shintō, “los objetos que pueden ser conductos de lo divino. ¿Qué significa lo divino para ti? ¿Qué significa lo divino para mí? Para mí eso significa ‘algo más grande que nosotros’ y yo puedo creer que, si tú eres real, haces cosas del corazón, puedes canalizar algo más grande que tú mismo”.

La performance que realizó con el docente Andrés Bracero, “Drums and Roses”, se trató de un juego de instrumentos, una idea de estudio fenomenológico donde se examinan objetos que son mundanos para percibirlos en nuevas maneras. En este caso, cambiar los palillos de la batería por rosas y, así, repensar el instrumento.

“Se supone que debe ser divertido, pero es también muy simple y elegante”. La obra funcional durante la performance, dijo, la cual ya ha desarrollado en galerías donde ha dejado rosas en el piso junto a la batería por un mes y cada semana un baterista diferente agrega más rosas en el suelo. “No debes ver la performance para entender la pieza. Puedes caminar a la galería y ver las repercusiones”.

Indicó que Andrés Bracero enfrentó varias dificultades al momento de interpretar la batería durante la performance, mas, esa era la idea como símbolo de práctica artística. Al docente UArtyes le encantó, sostuvo Riederer y añadió que uno de sus sentimientos frente al arte es que el mundo está desencantado en este momento “y el trabajo del artista, de los músicos, de los intérpretes de arte creativo, de bailarines, es re-encantar al mundo”.

Riederer expresó sentirse muy emocionado con la recepción de esta última actividad por parte de los estudiantes. “Percibí un sentimiento de amor. Yo creo que eso es muy especial. La universidad puede ser un lugar muy frío, pero aquí no, es abierto, vienen jóvenes y de colegio. Hubo cuatro estudiantes de colegio en mis talleres y una mujer que no está en la escuela, pero pudo integrarse y pienso que fue muy especial. Muchas instituciones son cerradas”.

El artista fue director de una galería no lucrativa por 6 años en Nueva York. Intentaron, por mucho tiempo, realizar actividades abiertas para la comunidad, sobre todo para estudiantes. “Parece que los académicos hablan una lengua muy exclusiva y yo pienso que es intencional. Yo lo llamo retórico de una manera y creo que en las artes lo retórico se mantiene”. Riederer considera que los artistas deberían darle más importancia a que la gente pueda entender las obras y es algo que ha estado tratando de enseñar siempre a sus estudiantes. Además de la idea de deconstruir símbolos, darle un significado a los objetos que nos rodean. Espera él poder vivir en un mundo que signifique algo y no caer en la monotonía del diario vivir.

Riederer reveló que intenta reflejar en sus obras que el arte debe ser también “inescrutable”, explicando que el público general puede entender ciertos elementos, mas no todos toman el tiempo de “digerirlos”. Afirmó no tener el control sobre lo que las personas hagan, ni forzarlas a ver su arte, en su oposición a ser retórico, pero es feliz de poder compartir con quien desee en ese espacio de creación de arte.

“Un problema con los estudiantes de arte es que siempre están comparándose a sí mismos con los demás. Así que esta semana quise empoderarlos. Les dije que pueden tener una película de cien millones de dólares, tener a miles de personas trabajando en ella y después ves la película. Un día más tarde, ves una pintura y ni siquiera sabes quién hizo la pintura, pero esta puede resonar contigo mucho más que el trabajo de alto presupuesto”.

Su principal consejo para los estudiantes, “Ser buenos con sus amigos. Sé un buen amigo porque cuando tus colegas crecen, tú creces con ellos y yo soy prueba viviente de ello. Creo que es un consejo profesional holístico. También les digo que el arte debe ser capaz de edificar. Puedo decir también que el arte no es solo una ocasión o una profesión, es un modo de vivir. Los mejores artistas lo ven así: mi vida es mi arte. El mundo entero es tu trabajo y yo les enseño eso”. Ve además el arte como un modo de redención, siendo esto lo que lo salvó en su adolescencia al vivir momentos difíciles junto a su madre enferma.

Al momento, Riederer comentó que se encuentra trabajando en su proyecto “Never Records”, una combinación de estudio de grabación y tienda de discos a modo de instalación de arte. La idea es llevar dicha instalación a varias ciudades y abrir espacios. Sin publicidad, sin pancartas corporativas en las paredes, el artista estadounidense busca invitar a las personas a performar en una sesión de tres horas mientras graba con una videocámara y “después cortar en vinilo”.

Reveló que considera al vinilo como un mandala, al cual llama “un proceso mágico”. “Está hecho de sonido y no es un código de eones y ceros, no es un código binario. El vinilo es el único medio que tenemos que ha durado más de 100 años. Está aquí y siempre puedes reproducir un disco de vinilo”. Riederer describió a “Never Records” como un “proyecto que tomó vida propia”. Ha trabajado por 12 años en este campo y afirmó que probablemente lo hará por el resto de su vida.

Su próxima exhibición será en Palestina, en marzo próximo. Contó que espera poder traer su obra a Guayaquil, tras un intento fallido hace siete años en Quito por problemas internos de la Embajada de Estados Unidos.

Ted Riederer obsequió una guitarra eléctrica eólica a la Universidad de las Artes, para la colección de instrumentos.

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